Atarax (hidroxicina) es un antihistamínico y ansiolítico de prescripción médica, reconocido por su eficacia en el tratamiento sintomático de la ansiedad y las manifestaciones cutáneas alérgicas. Pertenece a la clase de las difenilmetanas y actúa como antagonista de los receptores H1, proporcionando un efecto sedante y antiprurítico. Su mecanismo de acción central se basa en la inhibición de la histamina a nivel del sistema nervioso central y periférico, lo que resulta en una reducción significativa de la excitabilidad neuronal y la respuesta alérgica. Está indicado para adultos y niños a partir de 2 años, bajo supervisión médica estricta, y ha demostrado un perfil de seguridad favorable en múltiples estudios clínicos cuando se utiliza según las directrices establecidas.

Características

• Principio activo: Hidroxicina clorhidrato
• Presentaciones: Comprimidos de 10 mg y 25 mg; jarabe de 2 mg/ml
• Vida media: Aproximadamente 20 horas
• Inicio de acción: Entre 15 y 30 minutos tras la administración oral
• Metabolismo: Hepático, vía citocromo P450
• Excreción: Principalmente renal

Beneficios

• Proporciona un alivio rápido de los síntomas de ansiedad y tensión nerviosa.
• Reduce eficazmente el prurito asociado a urticaria aguda y crónica, dermatitis alérgica y otras afecciones cutáneas.
• Facilita la inducción del sueño en pacientes con insomnio relacionado con ansiedad.
• Mejora la calidad de vida al minimizar las molestias físicas y emocionales derivadas de las reacciones alérgicas.
• Ofrece un perfil de seguridad bien establecido en población pediátrica (a partir de 2 años) y adulta.
• Permite una dosificación flexible adaptada a la intensidad de los síntomas y la respuesta individual.

Uso común

Atarax está indicado para el tratamiento sintomático de la ansiedad y la tensión nerviosa en adultos. Asimismo, se emplea como coadyuvante en el manejo del prurito debido a urticarias alérgicas, dermatitis de contacto, neurodermatitis y reacciones cutáneas inespecíficas. En pediatría, su uso se reserva principalmente para el control del prurito en contextos alérgicos, siempre bajo criterio médico. No está recomendado para el tratamiento de la psicosis o como monoterapia en trastornos de ansiedad graves.

Posología y administración

La dosis debe individualizarse según la indicación, la edad, la respuesta clínica y la tolerancia del paciente. En adultos, para el tratamiento de la ansiedad, la dosis habitual oscila entre 50 y 100 mg al día, repartidos en 3-4 tomas. En el manejo del prurito, la dosis suele ser de 25 mg al acostarse, pudiendo ajustarse hasta 25 mg/6 h según necesidad. En niños mayores de 6 años, la dosis para prurito es de 50-100 mg/día en dosis divididas; entre 2 y 6 años, no más de 50 mg/día en varias tomas. Administrar preferentemente con alimentos para minimizar molestias gastrointestinales. No superar las dosis máximas recomendadas sin evaluación médica.

Precauciones

Evitar la conducción y el manejo de maquinaria peligrosa debido al posible efecto sedante. Monitorizar la función hepática y renal en tratamientos prolongados. Puede potenciar el efecto de otros depresores del SNC (alcohol, benzodiacepinas, opioides). En pacientes de edad avanzada, iniciar con dosis bajas por mayor susceptibilidad a efectos adversos. No utilizar de forma prolongada sin reevaluación clínica. En pacientes con historial de retención urinaria, glaucoma de ángulo estrecho o hiperplasia prostática, valorar riesgo-beneficio.

Contraindicaciones

Hipersensibilidad conocida a la hidroxicina o a cualquier componente de la formulación. Embarazo (especialmente primer trimestre) y lactancia. Porfiria aguda. Insuficiencia hepática grave. Uso concomitante con inhibidores de la MAO. Pacientes en estado comatoso o con depresión respiratoria significativa.

Efectos secundarios posibles

Los efectos adversos más frecuentes incluyen somnolencia, sequedad de boca, cefalea y mareo. Con menor frecuencia pueden presentarse: visión borrosa, estreñimiento, taquicardia, hipotensión ortostática, inquietud o nerviosismo. Raramente se han notificado reacciones cutáneas alérgicas, alteraciones hepáticas transitorias o discinesias. En caso de efectos graves o persistentes, suspender el tratamiento y consultar al médico.

Interacciones medicamentosas

Potenciación del efecto sedante con alcohol, benzodiacepinas, antidepresivos tricíclicos, opioides y otros fármacos que deprimen el SNC. Los inhibidores del citocromo P450 (como ketoconazol o eritromicina) pueden aumentar los niveles plasmáticos de hidroxicina. Los inductores enzimáticos (rifampicina, carbamazepina) pueden reducir su eficacia. La administración con anticolinérgicos puede exacerbar efectos como sequedad de boca o retención urinaria.

Dosis olvidada

En caso de olvido, administrar la dosis tan pronto como sea recordada, siempre que no esté próxima la siguiente toma. No duplicar la dosis para compensar. Mantener el intervalo habitual entre dosis. En tratamientos sintomáticos ocasionales, no suele ser necesario reajustar la pauta.

Sobredosis

Los síntomas incluyen sedación profunda, coma, convulsiones, hipotensión, taquicardia y depresión respiratoria. El tratamiento es sintomático y de soporte. No existe antídoto específico. En casos graves, puede considerarse la administración de fisostigmina bajo monitorización estrecha. Buscar atención médica inmediata.

Almacenamiento

Conservar en su envase original, protegido de la luz y la humedad, a temperatura ambiente (15-30°C). Mantener fuera del alcance y de la vista de los niños. No utilizar después de la fecha de caducidad indicada en el envase. Desechar cualquier resto de jarabe tras 3 meses de abierto.

Descargo de responsabilidad

Este documento tiene fines informativos y no sustituye el criterio médico profesional. Atarax es un medicamento sujeto a prescripción. Su uso debe ser supervisado por un facultativo, quien evaluará indicaciones, contraindicaciones y posología individual. Siga siempre las instrucciones de su médico o farmacéutico. No comparta este medicamento con otras personas.

Reseñas

«Como dermatóloga, confío en Atarax para el control rápido del prurito en urticarias agudas. La respuesta es consistente y bien tolerada en la mayoría de pacientes.» — Dra. Elena M., 12 años de experiencia
«Tras años usándolo en ansiedad moderada, destaco su rapidez de acción y perfil manejable. Eso sí, siempre advierto sobre la sedación inicial.» — Dr. Javier R., psiquiatra
«Lo receto con precaución en ancianos, pero en dosis bajas es una herramienta valiosa para el malestar ansioso con componente somático.» — Dra. Carmen L., geriatra