Ampicilina: Tratamiento Antibiótico de Amplio Espectro Eficaz
La ampicilina es un antibiótico betalactámico de la familia de las penicilinas que ofrece una potente actividad bactericida contra una amplia gama de microorganismos grampositivos y gramnegativos. Su mecanismo de acción se basa en la inhibición de la síntesis de la pared celular bacteriana, lo que resulta en la lisis y muerte de los patógenos sensibles. Este medicamento representa una opción terapéutica fundamental en el manejo de infecciones bacterianas comunes y graves, con un perfil de seguridad bien establecido cuando se utiliza bajo supervisión médica adecuada.
Características
- Principio activo: Ampicilina (en forma de ampicilina trihidrato o ampicilina sódica)
- Clase terapéutica: Antibiótico betalactámico, penicilina de amplio espectro
- Formas farmacéuticas disponibles: Cápsulas, comprimidos, polvo para suspensión oral, polvo para solución inyectable
- Mecanismo de acción: Inhibición de la síntesis de la pared celular bacteriana
- Espectro antibacteriano: Activo frente a bacterias grampositivas (Streptococcus spp., Enterococcus spp.) y gramnegativas (E. coli, H. influenzae, Salmonella spp., Shigella spp.)
- Biodisponibilidad: Aproximadamente 40-60% por vía oral (dependiente de la ingesta de alimentos)
- Vida media: 1-1.5 horas en adultos con función renal normal
- Eliminación: Principalmente renal (75-85% sin cambios en orina)
Beneficios
- Eficacia demostrada en el tratamiento de infecciones respiratorias, urinarias, gastrointestinales y del sistema nervioso central
- Amplio espectro de actividad que cubre patógenos tanto grampositivos como gramnegativos
- Perfil de seguridad favorable con décadas de experiencia clínica en su uso
- Múltiples formulaciones que permiten adaptación a diferentes escenarios clínicos y poblaciones
- Costo-efectividad en comparación con alternativas antibióticas más nuevas
- Posibilidad de uso en pacientes pediátricos cuando está indicado
Usos comunes
La ampicilina está indicada para el tratamiento de infecciones causadas por microorganismos susceptibles, incluyendo infecciones del tracto respiratorio (bronquitis, neumonía), infecciones del tracto urinario (cistitis, pielonefritis), infecciones gastrointestinales (fiebre tifoidea, shigelosis), meningitis bacteriana, endocarditis bacteriana, septicemia, e infecciones de piel y tejidos blandos. También se utiliza en profilaxis quirúrgica y en el manejo de infecciones odontológicas severas. En obstetricia, se emplea para la profilaxis de la sepsis neonatal por Streptococcus del grupo B.
Dosificación y administración
Adultos:
- Infecciones moderadas: 250-500 mg cada 6 horas por vía oral
- Infecciones severas: 1-2 g cada 4-6 horas por vía intravenosa o intramuscular
- Meningitis: 8-12 g/día en dosis divididas cada 4-6 horas IV
- Profilaxis quirúrgica: 1-2 g IV 30-60 minutos antes de la incisión
Pediátrica:
- 50-100 mg/kg/día en dosis divididas cada 6-8 horas para infecciones moderadas
- 100-200 mg/kg/día en dosis divididas cada 4-6 horas para infecciones severas
- Meningitis: 200-400 mg/kg/día IV en dosis divididas cada 4-6 horas
Ajuste en insuficiencia renal:
- CrCl 10-50 mL/min: Dosis normal cada 6-12 horas
- CrCl <10 mL/min: Dosis normal cada 12-24 horas
La administración oral debe realizarse con el estómago vacío (1 hora antes o 2 horas después de alimentos) para optimizar la absorción. Las formulaciones inyectables requieren reconstitución adecuada según las instrucciones del fabricante.
Precauciones
Se debe realizar cultivo y antibiograma antes del inicio del tratamiento cuando sea posible. Monitorizar función renal y hepática durante tratamientos prolongados. En pacientes con mononucleosis infecciosa, leucemia linfocítica crónica o infección por citomegalovirus, existe mayor riesgo de exantema maculopapular. La administración prolongada puede resultar en sobreinfección por microorganismos no susceptibles, incluyendo hongos. En tratamientos mayores a 2-3 semanas, realizar hemograma completo periódico. Utilizar con precaución en pacientes con historial de alergias, asma o fiebre del heno.
Contraindicaciones
Hipersensibilidad conocida a ampicilina, otras penicilinas, betalactámicos o cualquier componente de la formulación. Historia previa de reacción de hipersensibilidad grave (anafilaxia, angioedema) a penicilinas. Mononucleosis infecciosa debido al alto riesgo de exantema. Insuficiencia hepática severa sin monitorización adecuada. Administración concomitante con bacteriostáticos en infecciones graves donde se requiere efecto bactericida inmediato.
Efectos adversos posibles
Comunes (1-10%): Diarrea, náuseas, vómitos, exantema maculopapular, candidiasis oral o vaginal, elevaciones transitorias de transaminasas.
Poco comunes (0.1-1%): Urticaria, prurito, colitis pseudomembranosa (asociada a C. difficile), trombocitopenia, leucopenia, eosinofilia.
Raros (<0.1%): Anafilaxia, angioedema, síndrome de Stevens-Johnson, necrólisis epidérmica tóxica, hepatitis colestásica, nefritis intersticial, anemia hemolítica, convulsiones (con dosis muy altas en insuficiencia renal).
Reacción de Jarisch-Herxheimer: Puede ocurrir en el tratamiento de sífilis, caracterizada por fiebre, escalofríos, cefalea, mialgias y exacerbación temporal de las lesiones cutáneas.
Interacciones medicamentosas
- Probenecid: Disminuye la excreción renal de ampicilina, aumentando sus niveles séricos y prolongando su vida media
- Anticoagulantes orales: Puede potenciar el efecto anticoagulante, requiriendo monitorización estrecha del INR
- Metotrexate: Aumenta los niveles séricos de metotrexate, incrementando el riesgo de toxicidad
- Anticonceptivos orales: Puede disminuir su eficacia, recomendando métodos anticonceptivos adicionales
- Alopurinol: Aumenta la incidencia de exantemas cutáneos
- Bacteriostáticos (tetraciclinas, cloranfenicol): Pueden antagonizar el efecto bactericida de la ampicilina
- Aminoglucósidos: Sinergismo in vitro, pero no deben mezclarse en la misma jeringa o solución por incompatibilidad física
Dosis olvidada
Si se olvida una dosis, administrarla tan pronto como sea recordada. Si está cerca del horario de la siguiente dosis, omitir la dosis olvidada y continuar con el esquema regular. No duplicar dosis para compensar la olvidada. Mantener intervalos regulares entre dosis para asegurar concentraciones séricas adecuadas. En caso de múltiples dosis olvidadas, contactar al médico para reevaluar el tratamiento.
Sobredosis
Los síntomas de sobredosis pueden incluir náuseas, vómitos, diarrea, alteraciones electrolíticas y convulsiones (especialmente en pacientes con insuficiencia renal). El tratamiento es sintomático y de soporte. La ampicilina es eliminada mediante hemodiálisis, la cual puede ser considerada en casos severos. Mantener hidratación adecuada y corrección de desequilibrios electrolíticos. Monitorizar función renal y signos neurológicos en casos significativos.
Almacenamiento
Conservar entre 15-30°C en lugar seco, protegido de la luz. Las cápsulas y comprimidos deben mantenerse en su envase original perfectamente cerrado. Las suspensiones reconstituidas son estables por 7-14 días refrigeradas (2-8°C), no congelar. Las soluciones inyectables reconstituidas deben usarse inmediatamente o según las instrucciones específicas de estabilidad del producto. Desechar cualquier medicamento vencido o que muestre cambios físicos evidentes.
Descargo de responsabilidad
Esta información tiene fines educativos y no substituye el consejo médico profesional. El uso de ampicilina debe ser supervisado por un médico que evaluará la idoneidad del tratamiento considerando el estado clínico del paciente, susceptibilidad bacteriana y factores individuales. Sólo debe utilizarse para las indicaciones aprobadas y bajo prescripción médica. Reportar cualquier efecto adverso al sistema de farmacovigilancia correspondiente.
Opiniones de expertos
La ampicilina continúa siendo un antibiótico valioso en la era moderna, particularmente en el tratamiento de infecciones por enterococos sensibles y como parte de regímenes combinados para infecciones graves. Su amplio espectro y perfil de seguridad bien caracterizado la mantienen como opción terapéutica en guías clínicas actuales. Sin embargo, el aumento de resistencias bacterianas, especialmente la producción de betalactamasas, ha limitado su uso empírico en muchas settings clínicas, requiriendo la consideración de terapias combinadas o alternativas en áreas con alta prevalencia de resistencia.