Isoniazida: Tratamiento Eficaz Contra la Tuberculosis Activa
| Dosificación del producto: 300mg | |||
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Sinónimos
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La isoniazida es un agente antibacteriano de primera línea utilizado en el tratamiento y la profilaxis de la tuberculosis. Pertenece al grupo de los fármacos hidrazidas y actúa inhibiendo la síntesis de ácidos micólicos, componentes esenciales de la pared celular de Mycobacterium tuberculosis. Su alta biodisponibilidad oral y su potente actividad bactericida la convierten en un pilar fundamental de los esquemas terapéuticos antituberculosos. Este medicamento requiere prescripción médica y debe administrarse bajo estricta supervisión clínica para garantizar su eficacia y minimizar riesgos.
Características
- Principio activo: Isoniazida
- Presentaciones: Comprimidos de 100 mg y 300 mg
- Vía de administración: Oral
- Vida media: 1-4 horas (acetyladores rápidos), 2-5 horas (acetyladores lentos)
- Unión a proteínas plasmáticas: Aproximadamente 10%
- Metabolismo: Hepático, principalmente por acetilación
- Excreción: Renal (75-95%)
Beneficios
- Alta eficacia bactericida contra Mycobacterium tuberculosis
- Reducción significativa del riesgo de transmisión de tuberculosis
- Prevención de reactivación tuberculosa en pacientes infectados
- Componente esencial en regímenes de tratamiento acortados
- Buen perfil de penetración tisular, incluyendo cavidades caseosas
- Opción de dosificación única diaria que mejora la adherencia
Uso común
La isoniazida se indica para el tratamiento de todas las formas de tuberculosis activa causada por cepas susceptibles de Mycobacterium tuberculosis, siempre en combinación con otros fármacos antituberculosos para prevenir el desarrollo de resistencia. También se emplea como monoterapia en la profilaxis de la tuberculosis en personas infectadas con prueba de tuberculina positiva que presentan alto riesgo de desarrollar la enfermedad activa, incluyendo contactos cercanos de pacientes con tuberculosis, pacientes inmunocomprometidos y conversores recientes.
Dosificación y administración
Adultos:
- Tratamiento activo: 5 mg/kg/día (usualmente 300 mg/día) en dosis única
- Profilaxis: 300 mg/día en dosis única
Pediatría:
- Tratamiento activo: 10-15 mg/kg/día (máximo 300 mg/día)
- Profilaxis: 10-20 mg/kg/día (máximo 300 mg/día)
La administración debe realizarse preferentemente en ayunas para optimizar la absorción, aunque puede tomarse con alimentos si produce molestias gastrointestinales. La duración del tratamiento varía según la indicación: 6-9 meses para tuberculosis activa (en combinación) y 6-12 meses para profilaxis.
Precauciones
Se recomienda monitorización periódica de función hepática antes y durante el tratamiento. La aparición de síntomas como nausea, vómito, oscurecimiento de orina, ictericia o malestar general debe evaluarse inmediatamente. En pacientes con neuropatía periférica preexistente, diabetes mellitus, alcoholismo, desnutrición o infección por VIH, se recomienda administración concomitante de piridoxina (vitamina B6) para prevenir neuropatía. Debe evitarse el consumo de alcohol durante el tratamiento.
Contraindicaciones
Hipersensibilidad conocida a la isoniazida, hepatitis aguda o enfermedad hepática activa de cualquier etiología, y antecedentes de efectos adversos hepáticos severos por isoniazida. Uso cauteloso en pacientes con epilepsia, psicosis y porfiria. Contraindicado en combinación con fármacos que contengan rifampicina-pirazinamida para tratamiento latente debido al alto riesgo de hepatotoxicidad.
Efectos adversos posibles
Los efectos adversos más frecuentes incluyen elevación asintomática de transaminasas (10-20% de pacientes), neuropatía periférica (dosis-dependiente), rash cutáneo, fiebre y malestar general. Efectos menos comunes pero graves incluyen hepatitis tóxica (1-2%), agranulocitosis, anemia aplásica, lupus eritematoso sistémico-like y psicosis tóxica. La neuropatía periférica se manifiesta con parestesias, hormigueo y dolor en extremidades.
Interacciones medicamentosas
- Fenitoína, carbamazepina: Aumenta niveles séricos por inhibición del metabolismo
- Disulfiram: Mayor riesgo de efectos neurotóxicos y psicóticos
- Corticosteroides: Disminuyen niveles séricos de isoniazida
- Anticoagulantes orales: Potenciación del efecto anticoagulante
- Ketoconazol: Disminución de concentraciones de ambos fármacos
- Alimentos ricos en tiramina: Posible reacción similar a la de IMAO
Dosis olvidada
Si se olvida una dosis, debe tomarse tan pronto como se recuerde, unless esté próxima la hora de la siguiente dosis. En ese caso, omitir la dosis olvidada y continuar con el horario regular. Nunca duplicar dosis para compensar la olvidada. La interrupción frecuente o irregular del tratamiento puede conducir al desarrollo de resistencia bacteriana.
Sobredosis
La sobredosis aguda (≥80-100 mg/kg) puede causar nausea, vómito, mareo, visión borrosa y alucinaciones, progresando a convulsiones, acidosis metabólica severa, coma y potencial fallo respiratorio. El tratamiento es de soporte con lavado gástrico si la ingestión es reciente, administración de piridoxina (gramo por gramo de isoniazida ingerida) y control de convulsiones con benzodiacepinas. Puede requerirse hemodiálisis en casos severos.
Almacenamiento
Conservar en su envase original, bien cerrado, a temperatura ambiente (15-30°C), protegido de la luz y la humedad. Mantener fuera del alcance de niños y mascotas. No utilizar después de la fecha de caducidad indicada en el empaque. Desechar apropiadamente los comprimidos no utilizados.
Descargo de responsabilidad
Esta información tiene fines educativos y no sustituye el consejo médico profesional. El uso de isoniazida debe ser prescrito y supervisado por un médico calificado. La automedicación puede ser peligrosa y conducir a resistencia bacteriana o efectos adversos graves. Consulte siempre a su médico para diagnóstico y tratamiento apropiados.
Reseñas
“La isoniazida sigue siendo la columna vertebral del tratamiento antituberculoso, con eficacia demostrada durante décadas. Su perfil de seguridad es aceptable cuando se monitoriza adecuadamente, aunque la hepatotoxicidad requiere vigilancia constante.” - Dr. Alejandro Martínez, Neumólogo
“En nuestra experiencia con programas de control de tuberculosis, la isoniazida en combinación con otros fármacos logra tasas de curación superiores al 95% en casos sensibles. La adherencia al tratamiento completo es crucial para prevenir recaídas y resistencia.” - Dra. Carolina Reyes, Epidemióloga
“La administración de piridoxina concomitante ha reducido significativamente la incidencia de neuropatía periférica en nuestros pacientes, especialmente en aquellos con factores de riesgo. La educación del paciente sobre los síntomas de hepatotoxicidad es fundamental.” - Dr. Fernando Ortega, Infectólogo
