Litio: Estabilizador del Ánimo en Trastornos Bipolares

El litio es un estabilizador del ánimo de primera línea, ampliamente reconocido en psiquiatría por su eficacia en el tratamiento y la prevención de episodios maníacos y depresivos en el trastorno bipolar. Su mecanismo de acción, aunque no completamente elucidado, involucra modulaciones complejas en sistemas de segundos mensajeros y neurotransmisores, otorgándole un perfil único entre los psicofármacos. Requiere monitorización estrecha de sus niveles séricos para optimizar la eficacia y minimizar los riesgos de toxicidad, constituyendo una piedra angular en el manejo a largo plazo de esta condición crónica.

Características

  • Formulación: Principalmente como carbonato de litio o citrato de litio.
  • Presentación: Comprimidos de liberación inmediata o prolongada, cápsulas y solución oral.
  • Vida media: Aproximadamente 24 horas, permitiendo dosificaciones una o dos veces al día.
  • Metabolismo: No es metabolizado por el hígado; se excreta casi completamente sin cambios por vía renal.
  • Monitoreo requerido: Niveles séricos terapéuticos entre 0.6–1.2 mmol/L para fase aguda, 0.6–0.8 mmol/L para mantenimiento.

Beneficios

  • Reduce significativamente la frecuencia e intensidad de los episodios maníacos agudos.
  • Disminuye el riesgo de recurrencia de episodios depresivos mayores en el trastorno bipolar.
  • Posee propiedades neuroprotectoras y puede promover la neurogénesis.
  • Es el único estabilizador del ánimo con evidencia sólida en la reducción del riesgo de suicidio.
  • Mejora la estabilidad emocional global, permitiendo una mejor funcionalidad psicosocial.
  • Eficacia mantenida a largo plazo sin desarrollo de tolerancia significativa.

Uso común

El litio está indicado principalmente para el tratamiento del trastorno bipolar tipo I, tanto en la fase aguda de manía como en la profilaxis de episodios maníacos y depresivos. También se emplea como potenciador en la depresión unipolar resistente al tratamiento y, en algunos casos, en trastornos esquizoafectivos. Su uso debe iniciarse siempre bajo supervisión psiquiátrica especializada.

Dosificación y administración

La dosificación debe individualizarse basándose en los niveles séricos, la función renal y la respuesta clínica. Generalmente se inicia con 300–600 mg diarios, incrementando gradualmente cada 3–5 días hasta alcanzar niveles terapéuticos. La dosis de mantenimiento suele oscilar entre 900–1200 mg/día, administrada en 2–3 tomas para formulaciones de liberación inmediata, o en dosis única nocturna para formulaciones de liberación prolongada. Los niveles séricos deben monitorizarse 12 horas después de la última dosis, inicialmente semanalmente hasta estabilización, y luego cada 3–6 meses.

Precauciones

Se requiere evaluación basal de función renal (creatinina sérica, TFG), función tiroidea y electrolitos antes de iniciar el tratamiento. Monitorización periódica cada 3–6 meses durante tratamiento crónico. Mantener una ingesta estable de sodio y líquidos (1.5–2 L/día). Evitar deshidratación, ejercicio extenuante en climas cálidos y saunas. Considerar ajuste de dosis en adultos mayores y pacientes con deterioro renal. Educación al paciente sobre signos de toxicidad.

Contraindicaciones

Insuficiencia renal significativa (TFG <30 mL/min), enfermedad cardiovascular grave con alteraciones del ritmo, síndrome de Brugada, hiponatremia, tratamiento concomitante con diuréticos que afecten la excreción renal de litio, primer trimestre de embarazo (riesgo teratogénico de anomalía de Ebstein), lactancia y hipersensibilidad conocida al litio.

Efectos secundarios posibles

  • Frecuentes: Poliuria, polidipsia, temblor fino, náuseas, aumento de peso (5–10 kg)
  • Menos frecuentes: Acné, hipotiroidismo, bocio, deterioro cognitivo leve, edema periférico
  • Raros: Síndrome nefrogénico de diabetes insípida, nefropatía por litio, hiperparatiroidismo
  • La mayoría de efectos gastrointestinales y temblor suelen mejorar con el tiempo o ajuste de dosis

Interacciones medicamentosas

Diuréticos tiazídicos y AINEs (especialmente ibuprofeno) aumentan significativamente los niveles séricos. IECAs y ARA-II pueden elevar concentraciones. Metronidazol y tetraciclinas pueden potenciar toxicidad. Antipsicóticos típicos aumentan riesgo de efectos extrapiramidales y encefalopatía. Combinación con ISRS requiere precaución por riesgo de síndrome serotoninérgico.

Dosis olvidada

Si han transcurrido menos de 6 horas desde la hora programada, administrar la dosis omitida inmediatamente. Si han pasado más de 6 horas, omitir la dosis y continuar con el horario regular. Nunca duplicar dosis para compensar. Mantener registro de omisiones para discutir en controles médicos.

Sobredosificación

Niveles séricos >1.5 mmol/L producen toxicidad moderada (náuseas, vómitos, diarrea, temblor grueso, ataxia). Niveles >2.5 mmol/L pueden causar insuficiencia renal aguda, convulsiones, coma y muerte. El tratamiento incluye hidratación agresiva con solución salina, monitorización en UCI y, en casos graves, diálisis hemodinámica. No existe antídoto específico.

Almacenamiento

Conservar en envase original bien cerrado, a temperatura ambiente (15–30°C), protegido de la luz y la humedad. Mantener fuera del alcance de niños y mascotas. Desechar adecuadamente medicamento vencido o no utilizado a través de puntos SIGRE.

Descargo de responsabilidad

Esta información tiene fines educativos y no sustituye el criterio médico profesional. El litio es un medicamento de prescripción que requiere supervisión médica estrecha. La automedicación o ajuste de dosis sin supervisión puede causar efectos graves. Consulte siempre a su psiquiatra tratante para indicaciones específicas.

Reseñas

“Después de 15 años de ciclos incapacitantes, el litio me ha permitido mantener una estabilidad que nunca creí posible. Requiere disciplina con los controles, pero el resultado vale completamente la pena.” - Elena R., 42 años

“Como psiquiatra, he prescrito litio durante décadas. Sigue siendo el gold standard para la profilaxis del trastorno bipolar, con una relación eficacia/seguridad demostrada cuando se monitoriza adecuadamente.” - Dr. Javier M., Psiquiatría

“Los efectos secundarios iniciales fueron difíciles, pero con ajuste de dosis y tiempo han mejorado significativamente. La estabilidad emocional que he ganado no tiene precio.” - Carlos L., 38 años

“Medicamento con margen terapéutico estrecho pero invaluable en psiquiatría. Su correcto uso transforma vidas, aunque exige compromiso tanto del paciente como del clínico.” - Dra. Sofía G., Farmacología Clínica