Trazodona: Alivio eficaz de la depresión y el insomnio

La trazodona es un antidepresivo de la clase de los inhibidores de la recaptación de serotonina y antagonistas (SARI), ampliamente utilizado en la práctica clínica moderna. Este agente farmacológico combina una eficacia demostrada en el tratamiento de los trastornos depresivos mayores con un perfil favorable para el manejo del insomnio comórbido. Su mecanismo de acción dual, que incluye la inhibición de la recaptación de serotonina y el bloqueo de los receptores serotoninérgicos 5-HT2A, le confiere propiedades sedativas distintivas que lo diferencian de otros antidepresivos. La trazodona ha mantenido su relevancia terapéutica durante décadas debido a su balance favorable entre eficacia y tolerabilidad, particularmente en poblaciones vulnerables como adultos mayores y pacientes con comorbilidades cardiovasculares.

Características

  • Denominación común internacional: Trazodona clorhidrato
  • Clase farmacológica: Antidepresivo (SARI - Inhibidor de la recaptación de serotonina y antagonista)
  • Formas farmacéuticas disponibles: Comprimidos de 50 mg, 100 mg, 150 mg y 300 mg
  • Vida media: Aproximadamente 5-9 horas en fase inicial, 7-13 horas en fase terminal
  • Biodisponibilidad: 80-85% tras administración oral
  • Unión a proteínas plasmáticas: 89-95%
  • Metabolismo: Hepático, principalmente mediante CYP3A4
  • Excreción: Renal (70-75%) y fecal (20-25%)

Beneficios

  • Eficacia antidepresiva comparable a los ISRS con inicio de acción potencialmente más rápido
  • Mejora significativa de la arquitectura del sueño mediante aumento del sueño de onda lenta
  • Perfil de efectos secundarios favorable con menor incidencia de disfunción sexual que los ISRS
  • Flexibilidad posológica que permite su uso en múltiples escenarios clínicos
  • Efecto ansiolítico adicional beneficioso en pacientes con comorbilidad ansioso-depresiva
  • Utilidad demostrada en el manejo del insomnio incluso en ausencia de depresión mayor

Uso común

La trazodona está indicada principalmente para el tratamiento de los episodios depresivos mayores en adultos. Su eficacia ha sido demostrada en numerosos ensayos controlados que muestran mejoría significativa en las escalas de valoración depresiva como la Hamilton Depression Rating Scale (HAMD). Además, su marcado efecto sedativo ha llevado a su uso extendido off-label para el manejo del insomnio primario y secundario, particularmente en casos donde se busca evitar las benzodiacepinas. En la práctica clínica, también se emplea como potenciador en tratamientos antidepresivos incompletamente efectivos y para contrarrestar los efectos secundarios sexuales de otros antidepresivos. Su utilidad se extiende a trastornos de ansiedad, trastorno de estrés postraumático y como coadyuvante en el manejo de síntomas conductuales en demencias.

Dosificación y administración

La dosificación de trazodona debe individualizarse según la respuesta terapéutica y la tolerabilidad. Para el tratamiento de la depresión en adultos, la dosis inicial recomendada es de 150 mg/día administrados en dosis divididas (generalmente dos o tres tomas diarias). La dosis puede incrementarse en 50 mg cada 3-4 días según la respuesta y tolerancia. La dosis terapéutica usual se sitúa entre 150-400 mg/día en dosis divididas, con una dosis máxima de 600 mg/día en pacientes hospitalizados. Para el insomnio, las dosis suelen ser menores, generalmente entre 25-100 mg administrados 30 minutos antes de acostarse.

En pacientes geriátricos o con compromiso hepático, se recomienda iniciar con dosis más bajas (25-50 mg/día) y realizar ajustes más graduales. La administración con alimentos puede mejorar la tolerabilidad gastrointestinal y reducir la incidencia de mareos. Es fundamental informar a los pacientes que los efectos antidepresivos completos pueden tardar 2-4 semanas en manifestarse, aunque la mejoría del sueño suele observarse en los primeros días de tratamiento.

Precauciones

La trazodona requiere precauciones especiales en varios grupos poblacionales. En pacientes con historial de enfermedad cardiovascular, debe monitorizarse estrechamente debido al riesgo potencial de arritmias, especialmente en aquellos con prolongación del intervalo QT preexistente. Se han reportado casos de priapismo (erección prolongada y dolorosa) en aproximadamente 1 de cada 10,000 pacientes varones, lo que constituye una emergencia urológica que requiere atención inmediata.

Los pacientes deben ser advertidos sobre el riesgo de somnolencia diurna, especialmente durante las primeras semanas de tratamiento, por lo que se recomienda precaución al conducir o operar maquinaria peligrosa. La trazodona puede potenciar los efectos del alcohol y otros depresores del SNC. En pacientes con insuficiencia hepática o renal, se requieren ajustes posológicos y monitorización más estrecha. El síndrome de serotonina, aunque raro, es una posibilidad que debe considerarse, especialmente cuando se combina con otros agentes serotoninérgicos.

Contraindicaciones

La trazodona está contraindicada en pacientes con hipersensibilidad conocida al principio activo o a cualquiera de los excipientes de la formulación. Su uso está contraindicado en combinación con inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) o dentro de los 14 días siguientes a la interrupción del tratamiento con IMAO debido al riesgo de síndrome serotoninérgico. No debe administrarse en pacientes con arritmias cardíacas graves, infarto de miocardio reciente o insuficiencia cardíaca descompensada.

La contraindicación se extiende a pacientes con historial de priapismo y en aquellos con enfermedad hepática severa. El uso durante el embarazo debe evaluarse cuidadosamente considerando la relación riesgo-beneficio, ya que existen datos limitados sobre su seguridad en embarazadas. La administración durante la lactancia generalmente no se recomienda debido a la excreción en leche materna.

Efectos adversos posibles

Los efectos adversos de la trazodona suelen ser dose-dependientes y tienden a disminuir con la continuación del tratamiento. Los más frecuentes incluyen somnolencia (20-50%), mareos (10-30%), sequedad bucal (15-25%), cefalea (10-20%) y náuseas (10-15%). Los efectos cardiovasculares pueden incluir hipotensión ortostática (5-10%), palpitaciones (2-5%) y taquicardia (1-3%).

Entre los efectos adversos menos frecuentes pero clínicamente significativos se encuentran el priapismo (0.1-1%), visión borrosa (5-10%), estreñimiento (5-10%) y aumento de peso (2-5%). Los efectos sobre el SNC pueden incluir confusión, agitación o insomnio paradójico en algunos pacientes. Raramente se han reportado cambios en el patrón del ECG, including prolongación del intervalo QT. La incidencia de efectos secundarios sexuales es significativamente menor que con los ISRS, aunque pueden ocurrir cambios en la libido o anorgasmia.

Interacciones medicamentosas

La trazodona presenta numerosas interacciones medicamentosas que requieren especial consideración. La combinación con IMAO está absolutamente contraindicada debido al riesgo de síndrome serotoninérgico. Los inhibidores del CYP3A4 (ketoconazol, itraconazol, ritonavir, claritromicina) pueden aumentar significativamente las concentraciones plasmáticas de trazodona, requiriendo ajuste de dosis. Los inductores del CYP3A4 (rifampicina, carbamazepina, fenitoína) pueden disminuir sus niveles.

La combinación con otros depresores del SNC (alcohol, benzodiacepinas, opioides) potencia los efectos sedativos. Los antihipertensivos pueden ver potenciado su efecto, aumentando el riesgo de hipotensión. La warfarina puede ver alterado su metabolismo, requiriendo monitorización del INR. Los antiarrítmicos de clase IA y III, antipsicóticos y otros medicamentos que prolonguen el intervalo QT deben usarse con extrema precaución.

Dosis olvidada

En caso de olvido de una dosis de trazodona, se debe tomar tan pronto como se recuerde, siempre que no esté próximo el horario de la siguiente dosis. Si es casi la hora de la siguiente dosis, se debe omitir la dosis olvidada y continuar con el horario regular. Nunca se debe duplicar la dosis para compensar la olvidada. La interrupción brusca del tratamiento, especialmente después de uso prolongado, puede provocar síntomas de discontinuación como náuseas, cefalea y malestar general. Se recomienda una reducción gradual de la dosis durante al menos 1-2 semanas antes de la suspensión completa.

Sobredosis

La sobredosis de trazodona puede ser grave y potencialmente mortal. Los síntomas incluyen somnolencia extrema, mareo, vómitos, hipotensión severa, taquicardia, dificultad respiratoria y en casos graves, arritmias cardíacas o convulsiones. El priapismo prolongado puede ocurrir incluso con sobredosis moderadas. No existe un antídoto específico, por lo que el tratamiento es sintomático y de soporte. El carbón activado puede ser efectivo si se administra dentro de la primera hora. La monitorización cardíaca es esencial durante al menos 24 horas debido al riesgo de arritmias de aparición tardía.

Almacenamiento

La trazodona debe almacenarse a temperatura ambiente (15-30°C), en su envase original protegido de la luz y la humedad. Mantener fuera del alcance de niños y mascotas. No utilizar después de la fecha de caducidad indicada en el envase. Las tabletas no deben triturarse o dividirse a menos que lo indique el fabricante específicamente. No almacenar en el baño debido a las fluctuaciones de humedad y temperatura.

Advertencia

Este información no reemplaza el consejo médico profesional. La trazodona es un medicamento de prescripción que debe utilizarse únicamente bajo supervisión médica. El automanejo de la depresión puede ser peligroso. Los pacientes con pensamientos suicidas deben buscar atención médica inmediata. Los cambios de dosis o la interrupción del tratamiento deben realizarse exclusivamente bajo supervisión médica. La eficacia y seguridad en menores de 18 años no está establecida.

Evaluaciones clínicas

La trazodona ha demostrado consistentemente eficacia en múltiples estudios controlados. En un metaanálisis de 15 estudios que incluían más de 1,500 pacientes, la trazodona mostró una tasa de respuesta del 60-70% en depresión mayor, comparable a los ISRS pero con mejor perfil de efectos secundarios sexuales. Estudios de polysomnografía confirman su efectividad en la mejora de la latencia de sueño y la eficiencia del mismo, con aumento del sueño de onda lenta. La satisfacción del paciente es generalmente alta, particularmente en aquellos que experimentan insomnio comórbido. Sin embargo, la somnolencia diurna sigue siendo el efecto adverso que más frecuentemente lleva a la discontinuación del tratamiento.