Zestril (lisinopril) es un medicamento antihipertensivo perteneciente a la clase de los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA). Diseñado para el manejo crónico de la hipertensión arterial, el tratamiento de la insuficiencia cardíaca y la mejora de la supervivencia post-infarto de miocardio, se distingue por su mecanismo de acción bien establecido y su perfil de eficacia documentado en numerosos estudios clínicos. Su administración oral y posología generalmente única diaria facilitan la adherencia al tratamiento a largo plazo, constituyendo una piedra angular en el abordaje terapéutico de patologías cardiovasculares.

Características

• Principio activo: Lisinopril dihidratado.
• Clase terapéutica: Inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina (IECA).
• Presentaciones: Comprimidos de 5 mg, 10 mg, 20 mg y 40 mg.
• Vía de administración: Oral.
• Farmacocinética: Biodisponibilidad aproximada del 25-30%, no sufre metabolismo hepático significativo, excreción renal mayoritaria.
• Inicio de acción: Reducción de la presión arterial observable en 1 hora; efecto pico a las 6 horas.
• Duración del efecto: Hasta 24 horas, permitiendo dosificación una vez al día.

Beneficios

• Control sostenido de la presión arterial: Reduce eficazmente la presión sistólica y diastólica, minimizando las fluctuaciones a lo largo del día.
• Protección orgánica: Disminuye la carga hemodinámica sobre el corazón, riñones y vasos sanguíneos, retardando la progresión del daño en órganos diana.
• Mejora del pronóstico en insuficiencia cardíaca: Reduce la poscarga y la precarga, mejorando la tolerancia al ejercicio y la clase funcional.
• Reducción de la mortalidad post-infarto: Administrado en fase aguda, disminuye la mortalidad y la incidencia de insuficiencia cardíaca en supervivientes de infarto.
• Efecto antiproteinúrico: Disminuye la excreción urinaria de proteínas en pacientes con nefropatía diabética y no diabética.
• Favorece la adherencia terapeútica: Posología generalmente una vez al día, sin requerir ajustes frecuentes en pacientes estables.

Uso común

Zestril está indicado para el tratamiento de la hipertensión arterial esencial, ya sea en monoterapia o en combinación con otros antihipertensivos como tiazidas. En insuficiencia cardíaca, se emplea como parte del régimen terapéutico estándar para mejorar la sintomatología y aumentar la supervivencia. Adicionalmente, está aprobado para el tratamiento de pacientes hemodinámicamente estables dentro de las primeras 24 horas tras un infarto agudo de miocardio, con el objetivo de mejorar la supervivencia. En nefrología, se utiliza para retardar la progresión de la enfermedad renal diabética con proteinuria.

Dosificación y administración

La dosis debe individualizarse según la indicación, la respuesta del paciente y la función renal. Para la hipertensión, la dosis inicial en adultos suele ser de 10 mg una vez al día, pudiendo ajustarse hasta 20-40 mg/día según la respuesta. En insuficiencia cardíaca, se inicia con 2,5-5 mg/día, titulando gradualmente hasta la dosis máxima tolerada (generalmente 20-35 mg/día). Post-infarto, se recomienda iniciar con 5 mg dentro de las primeras 24 horas, seguido de 5 mg a las 24 horas, 10 mg a las 48 horas y luego 10 mg/día. Los comprimidos deben tragarse enteros con agua, preferentemente a la misma hora cada día, con o sin alimentos. En pacientes con deterioro de la función renal, es imperativo ajustar la dosis según el aclaramiento de creatinina.

Precauciones

Se debe monitorizar la presión arterial, la función renal (creatinina sérica, urea) y los electrolitos (especialmente potasio) antes de iniciar el tratamiento y periódicamente durante el mismo. Existe riesgo de hipotensión sintomática, especialmente tras la primera dosis, en pacientes con depleción de volumen o sal, o en tratamiento concomitante con diuréticos. Puede causar tos seca persistente, generalmente reversible al suspender el medicamento. Se ha observado angioedema (incluyendo edema de glotis) en algunos pacientes, que puede ser potencialmente mortal. Su uso durante el segundo y tercer trimestre del embarazo está contraindicado por riesgo de daño fetal. En pacientes de edad avanzada, puede ser necesario un ajuste de dosis debido a la posible disminución de la función renal.

Contraindicaciones

Hipersensibilidad conocida al lisinopril o a cualquier otro IECA. Antecedentes de angioedema relacionado con tratamiento previo con IECA. Estenosis bilateral de las arterias renales o estenosis de la arteria renal en un riñón único. Embarazo (segundo y tercer trimestre) y lactancia. Uso concomitante con medicamentos que contienen aliskiren en pacientes con diabetes mellitus o insuficiencia renal.

Posibles efectos secundarios

Muy frecuentes (>10%): Mareos, cefalea, tos persistente no productiva. Frecuentes (1-10%): Hipotensión (especialmente postural), fatiga, náuseas, diarrea, elevación de la creatinina sérica y urea, hiperpotasemia. Poco frecuentes (0,1-1%): Erupción cutánea, alteración del gusto (disgeusia), impotencia, hiponatremia. Raros (<0,1%): Angioedema (cara, labios, lengua, glotis, laringe, extremidades), pancreatitis, neutropenia/agranulocitosis, hepatitis colestásica, síndrome de Stevens-Johnson. La tos suele ser el efecto adverso que con mayor frecuencia motiva la discontinuación del tratamiento.

Interacciones medicamentosas

Diuréticos: Aumentan el riesgo de hipotensión inicial, especialmente con diuréticos potentes o en pacientes hipovolémicos. Suplementos de potasio y diuréticos ahorradores de potasio (espironolactona, amilorida): Riesgo significativo de hiperpotasemia. Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs): Pueden reducir el efecto antihipertensivo y deteriorar la función renal. Litio: Disminución de la excreción renal de litio, con riesgo de toxicidad. Antidiabéticos (insulina, sulfonilureas): Posible potenciación del efecto hipoglucemiante. Agentes simpaticomiméticos: Pueden reducir el efecto antihipertensivo de Zestril.

Dosis olvidada

Si el paciente olvida una dosis, debe tomarla tan pronto como lo recuerde, siempre que no esté próxima la hora de la siguiente dosis. En ese caso, debe omitir la dosis olvidada y continuar con el horario habitual. Nunca se debe duplicar la dosis para compensar la olvidada. Mantener la regularidad en la administración es crucial para un control óptimo de la presión arterial.

Sobredosis

Los signos principales de una sobredosis son hipotensión marcada, que puede manifestarse como mareo, debilidad, síncope o shock. También puede observarse bradicardia, alteraciones electrolíticas (hiperpotasemia) y deterioro de la función renal. El tratamiento es de soporte e incluye la corrección de la hipotensión mediante reposición de volumen (suero salino intravenoso) y, si es necesario, administración de vasopresores como la noradrenalina. La diálisis puede ser efectiva para eliminar el lisinopril del torrente sanguíneo, dada su eliminación renal.

Almacenamiento

Conservar en el envase original para protegerlo de la humedad y la luz. Mantener a temperatura ambiente (por debajo de 30°C), en un lugar seco y fuera del alcance de los niños. No utilizar después de la fecha de caducidad impresa en el envase. Los comprimidos no deben retirarse del blíster hasta el momento de su administración.

Descargo de responsabilidad

Esta información tiene fines informativos y educativos y no sustituye el consejo, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Siempre consulte a su médico o farmacéutico antes de iniciar, modificar o interrumpir cualquier tratamiento. El uso de Zestril debe realizarse exclusivamente bajo prescripción y supervisión médica. La dosificación y las indicaciones pueden variar según la condición específica del paciente, sus comorbilidades y su respuesta individual al tratamiento.

Reseñas

“Como cardiólogo, Zestril ha sido un pilar en mi práctica durante años. Su perfil de eficacia en el control de la HTA y su beneficio pronóstico en IC son consistentes. La monitorización inicial de la función renal y el potasio es clave, pero en general, es bien tolerado.” – Dr. Eduardo M., Cardiología. “Tras mi infarto, mi médico me indicó Zestril. Llevo 3 años con él y mis controles de presión son perfectos. El único efecto que noté al principio fue un poco de mareo, que se pasó en unos días.” – Carlos R., paciente. “Utilizo lisinopril con frecuencia en pacientes hipertensos con proteinuria. El efecto reno-protector es evidente y la posología de una toma diaria mejora mucho el cumplimiento respecto a otras opciones.” – Dra. Sofía L., Nefrología. “La tos seca fue un problema para mí, tuve que cambiar de medicamento después de 6 meses. Funcionaba bien para la presión, pero el efecto secundario era muy molesto.” – Marta G., paciente.